Para los papás que amaron hijos que no eran suyos, gracias

Para los papás que amaron hijos que no eran suyos, no puedo decir más que gracias y aún así siento que esa palabra se queda corta comparada con el gran amor que dieron por gusto y no por obligación. 

La vida siempre es curiosa y hay ocasiones en que nos aleja de las personas que nos iban a dañar. Primero nos duele cuando se van, pero después entendemos que fue lo mejor y no solo eso, sino que llega alguien que ocupa ese lugar y supera las expectativas. 

Es ese hombre que quizá no dio la vida, pero sí hace de ese niño o esa niña su vida entera, es como si hiciera una promesa a Dios y al universo, donde asegura que dará la vida por la felicidad de esa personita con quién creó un lazo sin igual y que ahora nada ni nadie podrá romper.

Así pueden pasar años y verás a ese papá orgulloso de su hijo, no importa si lleva su apellido o no, nada le causa más felicidad que verle formar su propia familia y sufre si es que debe entregar a su princesa en el altar, pues siempre la verá como esa pequeñita de tutú de brillos y alas de mariposa. 

Es el papá que cuida a los niños toda la noche cuando enferman para que mamá descansa, el que los lleva sobre sus hombros y les da todo con gusto, para él ser papá es el mejor trabajo del mundo y ni siquiera pierde tiempo en pensar en el progenitor, allá él y lo mucho que se perdió de la vida.

El hombre más grande de todos

Esos hombres que sanan lo que no fue su responsabilidad, los que aman sin medida, los que cuidan a los hijos al lado de una gran mujer como verdaderas fieras son los que merecen los honores, los halagos, el desayuno en la cama, los partidos deportivos, los que graban cada presentación escolar y claro, los que callan cuando ven que sufres por tu primer amor. 

Son los papás que te llenan tanto el corazón que no hay lugar para dudas, para resentimientos o algo de rencor, no es necesario, siempre hubo un papá, uno que amó con orgullo, uno que decidió quedarse y cumplir por lo alto con la responsabilidad, uno que siempre nos animó a caminar hacia lo más alto.

Dicen que uno siempre debe decirle a sus seres queridos lo que siente y hoy no le veo caso a hablar de los que cobardemente decidieron irse, lo de menos era la relación con mamá, pero ¿por qué abandonar ese pedacito de vida que trajiste al mundo?

Hoy reconocemos a los papás que amaron por decisión y que se quedaron para escribir una de las historias más bellas de amor, el de un padre y sus hijos. No siempre la sangre llama, pero para el amor no hay límites y puede nacer donde y cuando menos lo esperamos.

Fuente : Soy Carmín