Si quieres ser una buena mamá NUNCA te olvides de ti
Lo peor que puede hacer una madre para ser buena madre es olvidarse de ella por completo. Hay madres que piensan que si hacen cosas por ellas mismas está mal porque “deben” dedicarse y “tienen que sacrificarse” por sus hijos y si hacen cosas debe ser con ellos y con el marido en caso de tenerlo… Creen que si se convierten en madres dejan de ser mujeres, ¡y ése es un gran error!
Una madre puede hacer planes por y para ella misma sin sentirse culpable, porque en muchas ocasiones es lo que debe tener presente para estar bien. ¿Quieres hacer un viaje y no sentirte mal por ello? ¡Solo tienes que hacerlo! La maternidad no tiene que ser sinónimo de olvidarse una misma.
La maternidad es maravillosa pero no lo es todo
Una madre también tiene derecho a salir sola sin los niños, a hacer un viaje sin el marido y los hijos, ella también puede tener aspiraciones o deseos que nada tengan que ver con la maternidad.
Hay personas que critican las cosas que hacen las madres solo porque son “madres”. Les dicen cómo deben vestirse o cuántas copas de vino se deberían tomar cuando están cenando en familia. Pero esto, no está bien, nadie tiene que cortar la libertad de una mujer solo porque sea madre.
No te olvides de ti misma
Una madre no puede olvidarse de sí misma y tiene que ser la misma de antes de tener hijos. Tener sus aspiraciones e inquietudes, destinar su vida a ser feliz y no solo a criar a sus hijos (que también es importante, por supuesto, pero no debe centrarse solo en eso).
Una mujer aunque sea madre tiene muchas versiones y facetas que, no debe enterrarlas, debe sacarlas a la luz y permitir disfrutarlas y que todos los demás las contemplen. Porque una mujer que es madre es maravillosa, tiene un gran corazón y una fuerza de voluntad de hierro. Una madre crece como persona en cuanto se convierte en madre por lo que es una mujer mucho más fuerte.
No te marchites
Si te abandonas, si no piensas en tus necesidades… poco a poco comenzarás a marchitarte a frustrarte con la vida y a proyectar esas frustraciones en los demás. Eres madre sí, pero ante todo eres una mujer.
Viste como quieras, suéltate el pelo y disfruta de tu melena. Habla cosas con personas que no tienen hijos o que sí tienen pero que nada tenga que ver con pañales o biberones. Diviértete y disfruta del tiempo para ti… disfruta de tu familia pero de ti también.
La maternidad no debe achantarte ante la vida, no permitas que el tiempo comience a correr y dejes de disfrutar. Eres madre, mujer y puedes ser todo lo exitosa que quieras. Ponte guapa, disfruta haciendo ejercicio, ponte un vestido apretado y tacones, pinta tus labios… si eso es lo que quieres.
Puedes ser feliz más allá de tus hijos y tu familia. Y si lo haces, tu familia disfrutará más de ti que si estás marchitándote. No te quites las alas para dárselas a ellos… ¡despliega tus alas y permite que ellos desplieguen también las suyas propias!
Haz ese viaje que anhelas con tus amigas, ¡o completamente sola! Carga tu energía y vuelve a casa con una paciencia renovada y lista para abrazar a tus hijos y a tu marido, para empezar de nuevo a disfrutar de la vida.
Si tú despliegas tus alas y vuelas alto… tus hijos también lo harán.
Fuente Etapa infantil
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