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¿Quieres saber si existen razones para no discutir con una mujer embarazada?, no te desesperes más, porque te explicaremos las siguientes razones por las cuales no se puede discutir con una mujer embarazada. Nunca debes pelear o discutir con una mujer embarazada por estas razones Te explicaremos a continuación, las razones por las cuales no debes discutir con una mujer embarazada y estas son las siguientes: El desarrollo del bebé Si peleas con una mujer embarazada, el proceso de desarrollo del bebé será más lento, porque las mujeres van a estar en un constante estrés por cualquier ámbito en general y es por esa causa que este tipo de situaciones pueden afectar al bebé en su crecimiento y desarrollo, que es muy importante e indispensable en sus vidas. Así que procura en no pelear con una embarazada, ya que puedes estar llevándola a un estado depresivo en donde el más perjudicado será el bebé. Peligros del parto Podrían tener un parto prematuro, y e

Cuando se fue pensé que no podría seguir, que seria imposible sacarte adelante, pero llegaste al mundo y me demostraste que mi amor por ti es magia y que juntos podemos lograrlo todo.  Gracias hijo por sanar mis alas cuando tu padre me las rompió. No tengo muchas ganas de hablarte sobre lo difícil que ha sido la vida sin él a nuestro lado, solo quiero agradecerte por hacer de mí una mujer más fuerte, decidida y valiente.  Cuando supe que venias al mundo mi mente se lleno de historias, de momentos perfectos que viviríamos a tu lado, de grandes planes para nuestra familia, pero no imaginaba que tu padre nos daría la espalda, que en su vida no habría lugar para nosotros dos, que hasta le daba pena admitir que estabas en camino y que te negaba inventando mil excusas.  Me sentí mas sola, mas sola que nunca, perdida con mucho miedo, ¿Qué haría contigo? ¿Cómo te iba enseñar del mundo si ni siquiera pude darte una familia como lo imagine? Me aterraba pens

La maternidad es un tema vivo. Adrienne Rich lo dijo en Nacimos de mujeres: «Sabemos mucho más sobre el aire que respiramos o los mares que cruzamos que sobre la naturaleza y el significado de la maternidad». Esto se sabe más tarde, cuando ponen a la criatura en tu pecho, y a partir de ese momento, los lugares comunes y las expectativas comienzan a caer. Entonces te das cuenta de que no sabes nada. Todos son hipótesis. Hasta entonces, has construido lo que crees que es tu experiencia. Lo haces con los fragmentos que encuentras: tu propia experiencia de niña, lo que te ha mostrado el cine, la dulce historia que lees, las medias verdades que tu amiga, tu vecina, tu hermana. «Le voy a dar un biberón, así descansaré mejor por la noche»; «No hablará mal de mí, no lo dejaré»; «Dormirán en su cuna»; «Nunca lloraré»; «Nunca le daré de comer lo que sé que no le conviene»; «Nunca diré que sí después de decir que no»; «No discutiremos delante de él o ella»; «No me pasar

Muchas mujeres dan todo por sus hijos y aunque sí, son nuestra bendición más grande, olvidan la línea entre hacer todo por ellos y enseñarlos a vivir, les dan tanto que cuando ellos se van, se quedan tristes, vacías y arrepentidas. Sacrificar todo por tus hijos no te hace mejor mamá, solo te hará quedarte  sola o chantajearlos al grado de hacerlos vivir con culpa para que estén cerca de ti, jamás olvides que para cuidar bien de ellos necesitas estar bien tú.  Por muchos años nos dicen que las mamás debemos poner en primer lugar en nuestros hijos, que por nuestra decisión de traerlos al mundo estamos obligadas a darles todo y aunque sí, se convierten en nuestra principal responsabilidad y nos cambian la vida, entregarnos a ellos por completo es un error porque llega el día donde deben volar, hacer su camino y entonces nos habremos olvidado de cómo vivir nuestra propia vida. Es muy extraño, a veces pareciera que las mujeres competimos por ver quién se sacrifi

Para traer más personas al mundo se requiere de al menos dos personas involucradas, por lo que la responsabilidad también debería ser repartida entre ellos. La cosa es que muchos hombres deciden deslindarse de la misma, así que hay algunos obstáculos que se cruzan por el camino de toda madre soltera y debemos hablar de ellos ahora. Tener un hijo es la meta de muchas parejas, lo consideran como una meta o un elemento crucial en su vida para poder ser felices. Sin embargo, hay quienes resultan padres por accidente, deciden tenerlo a pesar de ser muy jóvenes, de poder darle una vida digna al pequeño o simplemente no querían tener un bebé. Existen millones de casos donde el hombre decide perderse del desarrollo y cuidado de sus hijos, pero la mayoría de las mujeres no se "echa para atrás" y carga con la responsabilidad familiar. Es cierto que son "luchonas", son fuertes y hacen todo lo posible por mantener un equilibrio en su vida y por educar

Lo siento, queridos papás. Puede que sus hijos tengan sus mismos ojos o nariz, pero la inteligencia, eso es mérito de la mamá. Sí, como acabas de leer. Según la ciencia, la inteligencia se hereda de la madre. ¡Un mérito más para las mujeres que damos el milagro de la vida! Pero, vamos a saber un poco más de esto, ¿te parece? Así puedes alardear propiamente ante tu pareja de que el pequeño heredó tu inteligencia. La inteligencia está en el cromosoma X No es novedad que los hombres aportan el cromosoma Y, y las mujeres el cromosoma X, ¿verdad? Pues, según estudios científicos, gran parte del componente intelectual de las personas se relaciona con el cromosoma X. ¡Sí, el que aporta la mamá!  Es más, parece que las niñas tienen más posibilidades aún de heredar la inteligencia de la madre ya que estas heredan dos cromosomas X, mientras que los niños heredan uno Y, del padre, y uno X, de la madre. Ya tenía que tocarnos alguna ventaja a las mujeres, ¿no